El Made in Italy del ciclismo es, sin duda, Campagnolo. Una marca sinónimo de prestigio, diseño y tecnología que lleva produciendo componentes para bicicletas de competición desde 1933. Basta decir que uno de los primeros modelos de cambio de la historia salió de la empresa de Vicenza y que la innovación ha continuado a lo largo de los años hasta los últimos modelos de transmisión electrónica. Disponer de un grupo Campagnolo completo en nuestra bicicleta también nos dará un toque extra de fascinación: basta con un solo componente para ver las emociones que se transmiten de un vistazo. Un par de ruedas con la proverbial suavidad de los rodamientos Cult, unos frenos perfectamente acabados o un par de mandos Super Record de 11 velocidades con palanca de carbono son sólo algunos ejemplos.  Cuando estamos sobre el sillín, Campagnolo se percibe por la precisión del cambio o la ergonomía de los mandos: todos los productos están orientados a optimizar el rendimiento del ciclista en todas las condiciones.
A menudo, la calidad del montaje de una bicicleta se aprecia en componentes que a primera vista parecen menores, pero que son extremadamente importantes: basta pensar en la importancia de la cadena, indispensable para transmitir la fuerza ejercida en el pedal a la rueda: ¡precisión en los detalles! Esta precisión y perfección es visible y tangible en todos los componentes: un concentrado de técnica, cuidado y atención que hace que los productos Campagnolo sean dignos de su nombre.