1971, un año en el que el mundo iniciaba un rápido proceso de cambio con un espíritu de innovación digital, creatividad, imaginación y un impulso global hacia nuevas metas: un nuevo amanecer. Sin embargo, el ciclismo seguía anclado en la tradición, apegado a las convenciones y ajustándose a alguna norma no escrita. Los fundadores de Cannondale creían que el futuro deparaba algo mejor para este deporte. Desecharon las convenciones tradicionales y crearon una nueva forma de entender el ciclismo, revolucionándolo. Sin dar nada por sentado, reafirmaron su creencia desde el primer día, siendo pioneros en nuevos materiales y tecnologías. Cannondale trabajó con el aluminio y la fibra de carbono mientras el resto del mercado todavía se centraba en el acero; Cannondale revolucionó el mundo de las horquillas con su Lefty; Cannondale reinventó el mundo de las carreras, con diseños y tecnologías que ayudaron a los atletas a alcanzar sus límites. Algunos les han llamado locos, ridículos o cosas peores, pero al mismo tiempo, muy pocos han conseguido influir en el mundo de las dos ruedas de la misma manera que lo ha hecho Cannondale. No es posible reinventar la rueda, pero si lo fuera, sería obra de Cannondale. Innovación, diseño, calidad.