Marchas y Transmisiones
La transmisiĂłn de la bicicleta es como un pequeño organismo: todos los mecanismos y componentes que la componen deben funcionar al unĂsono y en perfecta armonĂa entre sĂ, sĂłlo asĂ funcionará silenciosamente y sin perturbaciones cuando el esfuerzo sea limitado. Sin embargo, cuando se requiere el máximo empuje, ese mismo sistema debe soportar una extraordinaria ráfaga de energĂa sin inmutarse y transformarla rápidamente en aceleraciĂłn, satisfaciendo asĂ la necesidad de vatios. SĂłlo una transmisiĂłn bien ajustada y en perfecto estado será capaz de rendir por igual en todas las situaciones que se nos presenten, al igual que un organismo bien alimentado, sano y robusto será capaz de hacer frente a cualquier adversidad que se le presente. La cadena, el cassette, los cambios y todo el resto de la transmisiĂłn trabajan juntos para lograr las mejores sensaciones de pedaleo, que al final cuentan al menos tanto como el rendimiento.