La situación es la siguiente: estás montado en tu bicicleta y delante de ti hay una imponente subida, cuyo final no puedes ver. Un golpe seco en el mando izquierdo y la cadena se desliza suavemente sobre el plato más pequeño sin el menor esfuerzo. Agarras el manillar más arriba para encontrar una posición cómoda y te pones en marcha, comienza la subida. Es fácil decirlo, no hay problema en hacerlo si el desviador está en perfecto estado y bien ajustado. Es un componente de la transmisión que requiere poca atención y que funciona discretamente, excepto cuando su funcionamiento se vuelve impreciso y ruidoso. Shimano, con su amplia gama de productos, cubre prácticamente todas las variaciones posibles de tiro y movimiento que existen, y puede montarse en casi todos los cuadros de bicicleta de carretera y de montaña.