El bidón es un instrumento indispensable durante las salidas en bicicleta, de hecho, mientras pedaleamos, es la única reserva de líquidos a disposición de nuestro organismo, que está constituido por el 70% de agua y tiene la necesidad de permanecer constantemente hidratado para no reducir el aporte de sales minerales a los músculos. Existen varios tipos de bidones de ciclismo, todos con la misma función, pero diseñados específicamente para la actividad que se está llevando a cabo. Los ciclistas de granfondo apreciarán los bidones de alta capacidad (650 y 750 ml) que le permitirán afrontar competiciones más largas sin tener que recurrir obligatoriamente a las áreas de restauración. También apreciarán los bidones térmicos en plástico aislante o en metal para mantener las bebidas frías en verano y calientes en las salidas de invierno. Para quien habitualmente realiza vueltas más breves hay una basta selección entre los clásicos bidones de 500 y 550 ml, que ocupan menos espacio, pesan menos y ofrecen igualmente una cantidad suficiente de líquidos. Se debe dedicar particular atención al mountain biker, que podrá elegir entre una selección de bidones con tapón de protección para mantener siempre limpias las boquillas push and pull. ¿Y qué pasa con los niños? No los hemos dejado fuera: les encantarán los bidones con diseños coloridos y atractivos. Triatletas y rodadores han empujado a las marcas más famosas a desarrollas sistemas de hidratación superligeros con un impacto aerodinámico cercano a cero, ¡porque incluso los campeones del ciclismo necesitan beber!